lunes, 14 de noviembre de 2011

más abajo en el río

No sabías ese día que tres años después estarías haciendo ese mismo trayecto del aeropuerto hasta Madrid... tampoco sabías (no tenías como saberlo) que esta nueva sensación que tienes sería la misma después de tanto tiempo: de ilusión, de aventura y, por qué no, de miedo. Pero ese miedo que te empuja a lo desconocido, ese que te sacó de tus propias comodidades para empujarte a otras al otro lado del mundo. Aún así, muchas son las diferencias entre uno y otro. Mientras tu, recién llegado, tienes la emoción del que empieza un nuevo camino, el otro tiene la emoción de quien acaba. Para ambos se cierran puertas, para ambos se abren nuevas cosas, nada se queda quieto, todo se mueve, todo cambia aunque ambos sientan lo mismo, tres años más abajo en el río. Esperemos que siempre se mantenga la corriente que nos mueve.

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